La importancia de la higiene en los perros
La higiene completa de un perro implica hábitos rutinarios de aseo: el baño, el cepillado y atender a la limpieza de los dientes o de los oídos son partes fundamentales del aseo de un perro, que aseguran su salud y la de las personas con las que convive. En casa conviene incorporar la limpieza del perro como una parte más de la rutina de aseo del resto de familia. Para lograrlo, bastan unos sencillos consejos.
Rutinas de higiene para el cuidado de nuestros perros
El cepillado del perro es el primer paso obligado para la adecuada higiene de nuestra mascota. Sus paseos por el parque, sus juegos e, incluso, los restos de contaminantes presentes en aire de la ciudad, ensucian el pelaje (manto) de nuestra mascota. El cepillado del can debe ser un hábito diario: es el modo más sencillo de eliminar la suciedad de su cuerpo. Pero también de fortalecer su pelaje y mantener sana su piel y la base del pelo: las púas ejercen durante el cepillado un masaje beneficioso.
La frecuencia del peinado puede variar algo en función del tipo de pelaje: rizado, liso, largo o corto. De modo que un animal con tendencia a presentar nudos y marañas en su cabello puede precisar, incluso, más de un cepillado al día.
El cepillado del can debe ser un hábito diario
Cuanto antes comience la habituación a todo este tipo de rituales antes aceptará el animal la higiene de su pelo como parte de sus hábitos cotidianos. Recuerde que el can es un animal de costumbres. La rutina habitual del peinado,baño, cortado de uñas,... si se integra de la manera adecuada, puede convertirse asimismo en una forma de estrechar el vínculo con su animal de forma positiva: acompañar el cuidado del pelaje con caricias y palabras amables ayuda a que se sienta más cómodo.