En ocasiones vivimos situaciones con nuestras mascotas que no sabemos cómo resolver, muchas de ellas nos pueden llevar a  momentos de estrés que hacen que nuestros ratos juntos no sean lo que desearíamos.

Ladridos, saltos, nerviosismo,...son algunos ejemplos de impulsos que no sabemos controlar.

Con pequeños ejercicios diarios que no nos llevarán mucho tiempo, podemos conseguir tener más control sobre los impulsos de nuestro perro, convirtiéndonos así en un buen guía y enseñándoles a confiar en que nosotros tenemos el control de la situación.